domingo, 30 de abril de 2017

JUSTIN Y LA ESPADA DEL VALOR

No voy tan desencaminado cuando os digo que Justin y la espada del valor pudo ser y no fue. Realmente debo decir que, personalmente, es una película que me agrada y me entretiene, pero ni mucho menos considero un peliculón. Ni de broma.

Antonio Banderas produce, y Manuel Sicilia nos presenta una nueva manera de ver las historias caballerescas, y eso está bien. Lo que no está bien es que se quede en poco. Tenemos un joven que tiene un sueño y un padre que se lo impide y el primero se escapa para cumplir su sueño. Esto lo hemos visto en cualquier parte antes que aquí, aunque lo curioso es que de este planteamiento la historia se va por el camino fácil y nos enseña lo que ya hemos visto cientos de veces antes cuando tiene los requisitos perfectos para contarnos otra historia de caballeros pero mejor y sorprendente. Y es una lástima que se quede en nada.

El guión se queda un poco pobre a la hora de sorprender al espectador y solo tira por la via fácil y ya vista previamente, reduciendo así el nivel del posible factor sorpresa.

No por la historia se tiene que menospreciar una cinta, claro. Tiene sus buenos momentos de risas y tiene una manera de desarrollar personajes un tanto peculiar que hasta a veces se agradece y gusta. Nuestro amigo Banderas se lleva de lejos a uno de los personajes que más irritará y agradará su manera de ser que causará no muchas risas pero sí varias sonrisas. Todos los personajes siguen un modelo de evolución semblante, pero el que más gusta es el del mago chiflado de tres ojos bastante extraño y entrañable a la vez.

La animación no está al nivel de Pixar, obviamente, pero no está nada mal el ambiente que proporciona y encandila al espectador, mostrando que el cine de animación español que no lleve la firma de Enrique Gato también tiene fuerza (o al menos lo intenta).

En la versión española encontramos a Antonio Banderas y a Inma Cuesta, dando vida a un caballero inmaduro e irritante y a una camarera de armas tomar que no dudará en ayudar a nuestro joven protagonista.

Asimismo, hay una variedad de planos bien llevados y jugando con la luz necesaria para admirarlos.

No obstante, Justin y la espada del valor a veces aburre y no consigue transmitir el mensaje que quiere con total claridad y hay que buscarlo porque sino el film parece que carece de sentido (aunque sea bastante poco). Los niños de la casa puede que disfruten bastante con la película, los adultos encontrarán algunos diálogos un tanto "subiditos" y eso puede que guste.

Muy a mi pesar, no es una película maravillosa y perfectamente increíble, pero es un buen entretenimiento de hora y media para un fin de semana en familia.

Nota: 6/10

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