jueves, 29 de junio de 2017

BABY DRIVER

Edgar Wright nos complace con su nuevo film, del cual había mucho hype, y me complace anunciaros que estamos ante la candidata a la mejor película del verano. Ya sé que aún queda, lo acabamos de empezar, pero ya tenemos posible cinta cuyo título es merecedor de ese puesto.

Bien, la historia no podía ser más simple: una de atracos, pero no es solo eso, sino que son atracos bien organizados y orquestados por un Kevin Spacey soberbio y una banda sonora pegadiza y espectacular. Un reparto de lujo, con una coordinación impecable. Todo avanza como es debido, a veces un tanto lento, pero, al fin y al cabo, tiene un buen ritmo (incluso frenético). El desarrollo de los personajes es increíble, en especial el de Ansel Elgort, quien lleva mucho peso en la cinta, aun contando con la ayuda de Jamie Foxx y Kevin Spacey.

El guión de esta locura corre a cargo del mismo Wright, quien nos deleita con una historia estructurada y desarrollada que no aburre: nos atrapa y envuelve y cuando creemos que ya está, todavía hay más. Wright, a su vez, dirige a la perfección (¿acaso no tenía nada más que hacer? Que se agradece, faltaría más). Y ya tirando a lo visual, cumple a la perfección. Y así es como Baby Driver va.

Una película digna de verse, no pasará desapercibida. Mortalmente entretenida y divertida, Baby Driver no es solo otra película más de atracos, sino que es una historia de atracos con emociones, sentimientos a flor de piel, un ritmo frenético y una banda sonora jo%*#@mente alucinante.

Nota: 8/10

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