Cinco años después de una nada más que entretenida Diario de Greg 3: Días de perros y con el reparto cambiado, nos llega la más alejada de las adaptaciones (en cuanto a entregas se refiere) de la saga del pringao más famoso del mundo: Greg Heffley.
En esta ocasión no contamos con Zachary Gordon, o Devon Bostick o Steve Zahn: vemos nuevos rostros que, a lo largo de 90 minutos, deberán ganarse nuestros respetos y ver si cumplen con creces ser los herederos Heffley que nos merecemos (ya os digo yo que sí que los merecemos). Aunque esté basada en los libros, el guión es sumamente simplón con humor fácil, sin desvariar que es una comedia familiar y no puede irse al humor "para adultos", aunque no cabe duda de que a ratos el humor es bastante gamberro y se nota que es para niños, pero es bastante ligera y fácil de digerir, y, aún siendo cliché, es entretenido ver como los personajes y los sucesos se desarrollan con total naturalidad (debo añadir que a ratos son exagerados y hay situaciones un tanto surrealistas, aunque es divertido verla).
La dirección es más que decente por parte de David Bowers (también director de su predecesora) y cuenta con un cameo de lo más peculiar (no, no es Stan Lee. Esto no es Marvel). Tiene un montaje que no decepciona, cosa que ayuda bastante con un ritmo tambaleante de 90 minutos de duración, que no sabe si excede en ofrecer, u ofrece bastante poco en cuanto a minutaje se refiere.
Aunque no sea la película del verano, Diario de Greg: Carretera y manta ofrece una hora y media de entretenimiento y risas para toda familia que recuerda bastante a la primera entrega, superando así a una normalita Diario de Greg 2: La ley de Rodrick y a una "sosita" Diario de Greg 3: Días de perros.
Nota: 7/10
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